El pensamiento dicotómico podemos definirlo como la tendencia a clasificar las experiencias según dos categorías opuestas, todo o nada, bueno o malo, perfecto o inútil, no existen
los grados sino las polaridades. Se hacen juicios categóricos y se atribuyen significados extremos y absolutistas en lugar de tomar en cuenta diferentes dimensiones y aplicar
pautas relativas. Esto crea un mundo de contrastes de blanco y negro, sin matices. En consecuencia las reacciones emocionales y conductuales de las personas oscilan de un extremo al otro.