El mundo no gira alrededor tuyo, cada quien tiene diferentes preocupaciones y pensamientos que la mayoría de las veces, nada tienen que ver contigo.
Las personas con miedo al rechazo son muy susceptibles al “qué dirán” y si en algún momento se dan cuenta de que alguien habló mal de ellos o dijeron algo que no les agradó,
se pueden sentir heridos profundamente y no dejan de pensar en esa situación que les generó tanto malestar. Suelen ser personas que incluso se sienten todo el tiempo juzgadas
y observadas por los demás, aunque realmente así no lo sea, por lo que comienzan a distorsionar la realidad y a hacer hipótesis basadas en su propio miedo a ser rechazados.
Es por esto que tienden mucho a tratar de complacer a los demás, actuando de manera en la que creen que el otro lo desea o aislándose totalmente de ellos haciendo como si
realmente no les importara el contacto con los demás y por lo tanto tampoco su rechazo.
Se inhiben cuando deben expresar una opinión por miedo al error o la crítica.
Es imposible agradar a todo el mundo, y las comparaciones no ayudan, siempre habrá gente que te supere en algún punto; como así también tú lo harás.