Cuando quieren que hagamos algo, y no tenemos ganas o tiempo…una forma muy práctica para evitar que la otra persona insista es decir que nosotros
tomaremos la iniciativa para contactar con él cuando podamos hacer aquello que nos está pidiendo. Podemos responder con un simple “lo siento, estoy
bastante ocupado últimamente, pero ni bien me haga un momento para acompañarte, te avisaré con antelación”. De esta manera dejamos claro que seremos
nosotros quienes tomemos la iniciativa cuando tengamos tiempo libre, y evitaremos que la persona nos pregunte si estamos disponibles mañana o dentro de dos semanas.
También debemos ser muy claros cuando rechazamos una petición difícil de satisfacer y nos responden con una petición menos difícil.
Si decimos que, desgraciadamente, no podemos prestar $10000 en estos momentos, no podemos caer en la tentación de responder afirmativamente
cuando nos pregunten si por lo menos podemos prestar $2000.
Al conocer el objetivo de quien nos pide algo, ver si es posible y si no hay otras posibilidades.
Puedes expresar tu decisión, sin dar muchas explicaciones o ninguna, es tu derecho.
Ofrecer alternativas y si lo tenemos decidido de no acceder, mantenerse firme en tal decisión.
Evitar los sentimientos de culpa.