A veces el silencio es tu mejor aliado para reconectarte con lo importante.
Cuando logres conectarse con tu ser interior, ten en cuenta que es allí donde debes permanecer.
Honra tu saber, obviamente nadie se las sabe todas.
Danza, canta, se impecable en tus palabras.
Emprende el viaje hacia saber quién eres.
Escucha al anciano y déjate ayudar. Camina junto a él.
Respeta su sabiduría, comparte el camino, sánate…
Aprende a guardar silencio, hay muchas voces además de la nuestra de las que te puedes nutrir, obtener otros puntos de vista.
No le tengas miedo, él es tu noble aliado. Es más poderoso que las palabras.
Transmítelo con responsabilidad y sabiduría.
Anímate a pedir permiso. Así podrás ver a quién tienes frente a ti.
Hay algo que tiene para mostrarte. Tus palabras son como semillas que debes dejarlas crecer en silencio.
¿Cuántas veces nos encontramos con el famoso “me gustaría que” y no pudimos pasar de ahí? ¿Cuántas veces nos quedamos en la idea sin pasar al intento?
Cada día tienes la oportunidad de intentar aquellas cosas que te han quedado pendientes, poniéndote en acción, aunque sea con mínimos pasos.