lic. maria maldonado

NADIE TIENE EL PODER DE SABER QUE PIENSAN LOS DEMÁS

Muchas veces nos ponemos tristes e incluso nos enojamos porque creemos que sabemos lo que están pensando los demás

Lo primero que hay que hacer es tomar conciencia de esto que nos pasa y luego alguna de estas sugerencias:

Identificar nuestros pensamientos.

El primer paso es prestar atención a lo que nos decimos, a lo que pensamos, entablar un diálogo interno. 

 

Identifica la emoción y el nivel de malestar.

Una vez identificado el pensamiento es momento de preguntarnos ¿Qué emoción o sensación me produce este pensamiento?

 

Buscar evidencia que sustente el pensamiento.

El siguiente paso es debatir nuestro pensamiento

 

Buscar evidencia que debata el pensamiento.

Ahora resta buscar evidencia que contradiga el pensamiento que produce malestar.

 Genera un pensamiento alternativo.

Ya que tenemos evidencia que pueda sustentar o debatir el pensamiento, lo siguiente es construir un pensamiento alternativo. 

Identifica la emoción y el nivel de malestar.

La emoción que me produce este nuevo pensamiento ya no es culpa, en realidad me produciría tranquilidad.  Y un nivel de malestar de “cero”.