Una persona sabia y segura de sí misma sirve de ejemplo a muchas otras por su inteligencia y madurez.
Sienten curiosidad por una gran variedad de temas y su curiosidad no se agota en un descubrimiento.
El conocimiento siempre empieza con una pregunta, y las personas sabias se plantean, cada día, un gran número de ellas. Cuando las personas sabias se dan cuenta de que hay una pregunta que está requiriendo ser respondida, no les molesta mostrar su ignorancia.
Saben que todos podemos aprender algo nuevo, incluso de las personas menos imaginadas.
Tienen mente amplia
Tengamos en cuenta que nadie es el dueño de la verdad, y en definitiva se pueden tener tantos puntos de vista como personas opinen.