La piel tiene memoria y la excesiva exposición al Sol puede pasar factura al cabo de los años.
Existen tratamientos estéticos eficaces frente a las manchas solares, pero en muchos casos es necesaria
una valoración previa del dermatólogo para descartar que sean lesiones malignas.
En algunos casos llegan a ser casi negros, están sobreelevados y son rugosos y aparecen en las zonas de la
piel que han estado más expuestas al sol durante años, como la cara, el dorso de las manos, los brazos o el escote.
En aquellas partes del cuerpo donde la ropa no cubre y casi nunca se protegen con crema solar muchas personas solo
se aplican fotoprotector cuando van a la playa o la piscina. Un dato llamativo es que en el pasado se veían a menudo
en las piernas de las mujeres, ya que llevaban falda durante todo el año. En cambio, en la actualidad las extremidades
inferiores tienden a taparse, sobre todo en los meses fríos del año.