lic. maria maldonado

TODOS CONOCEMOS A ALGUNO O MÁS DE UNO

Parece que dijeran: "de todo lo que se diga, yo más". Quien mantiene un grado alto de envidia demuestra una muy baja autoestima.

CUIDADO

Cuando la persona envidiosa se compara con los demás es una forma de reconocer que sus méritos y valías están por debajo de lo que desearían, 

y que por tanto necesitan evaluar los de los demás para buscar un consuelo y autoconvencerse de que lo que ellos experimentan es mejor.

De esta forma, la personas con un nivel alto de envidia desarrollan una forma muy primaria de burlarse de los éxitos y de las posesiones de los demás. 

La envidia continua hace que no existan límites para descalificar a los demás y humillar los éxitos de los otros, desmerecerlos y burlarse de ellos 

es una herramienta común para quienes sienten envidia por todo.

Incluso cuando quienes les rodean no tienen nada que pueda envidiarse, porque no permiten que nadie quede sin su ración análisis y burla. 

Es más, quienes están por debajo del envidioso son una buena herramienta para subrayar que ellos son más y, los envidiosos no saben 

disfrutar de las relaciones sociales por lo que son, sin analizar el coste y el beneficio que pueden darles. Cuando tú ves una amistad, ellos 

están estudiando cómo manipular el núcleo de los amigos para convencerles de quien está por encima y quién por debajo, y conseguir así 

beneficios, tanto tangibles como emocionales.

El envidioso siente rivalidad con los demás y la necesidad constante de defenderse atacando, ellos en general no pueden permanecer ajenos 

cuando alguien está feliz o disfruta de sus éxitos. Suelen echar mano de anécdotas pasadas, inventan situaciones o chismes, y acuñan como una 

muletilla las historias que les hacen especiales y las ponen en marcha cada vez que alguien parece prosperar o tiene algo bueno que contar.