Lo que se sabe al momento es que el plasma rico en plaquetas es un tratamiento natural y personalizado, muy similar a la extracción para una analítica normal,
que utiliza una parte de la sangre del paciente para lograr mejoras en la piel y estimular la producción de colágeno, elastina y tejido epidérmico.
Lo más común, suelen ser dos tipos de PRP:
Plasma facial: es idóneo para evitar la flacidez, disminuir el impacto de los rayos solares y reducir las arrugas y las cicatrices, así como otras imperfecciones cutáneas.
Plasma capilar: se emplea para incrementar el volumen y grosor del cabello y evitar su caída, lo que lo convierte en un método aliado para combatir la alopecia.
No es un tratamiento nuevo, se realiza desde hace tiempo, en el 2012. ya aparecen datos que presentan el uso del preparado de plasma rico en plaquetas
(PRP) como una herramienta potenciadora de ciertas características histológicas de los tejidos conformados por células con receptores para los factores
de crecimiento plaquetarios y sus beneficios.