Por ejemplo: “tengo algunos kilos demás, pero no tanto. o “soy un poco irascible, pero “lo normal”, o “mi trabajo no me gusta, pero voy tirando.”,
“no soy feliz con mi pareja, pero bueno…por lo menos no estoy en soledad y me conformo”, entonces...
El malestar es todavía soportable y postergo la posibilidad de cambiar.
Mientras el malestar que te produce no cambiar sea “soportable” en relación al esfuerzo que consideras que implica el cambio, además del miedo
o la visión catastrófica de lo que creo que viene lo pueda manejar, hay muchas posibilidades de permanecer en el camino más cómodo, a no hacer nada.
Somos seres programados para horrar energía, es algo fisiológico: nos rige la ley del mínimo esfuerzo.
Tal vez para optar por el cambio, debas tocar fondo. Piénsalo.