EL MALTRATO NO TIENE QUE VER CON EL RESPETO
La violencia física comienza mucho antes con desestimación, descalificación, críticas, burlas, o agresión psicológica
situando a la víctima en un clima de angustia que destruye su equilibrio emocional. etc.
Los insultos, amenazas, gritos o desvalorizaciones no han de tolerarse en ningún caso, pues son una forma de violencia
que hiere profundamente.
Es importante saber gestionar nuestras emociones para que la rabia no nos domine, es preferible tomarse un tiempo
antes de responder, o posponer la discusión a otro momento si estamos muy nerviosos, antes que perder los estribos.
Por otro lado, no debemos tolerar nunca las ofensas a nuestra persona: es importante ponerles límites, uno puede expresar
un desacuerdo, pero siempre debe ser con respeto.
Las faltas de respeto lo único que consiguen es separar emocionalmente y destruir el cariño entre dos personas.