EN QUÉ PIENSAS?
Los pensamientos positivos, en cambio, provocan todo lo contrario a nivel emocional. Así, con afirmaciones positivas,
lograremos modificar el pensamiento a través del uso del lenguaje. Se trata de que te creas lo que te dices, no solo
que te quedes con las palabras: “me quiero”, “me valoro”, “soy capaz”… Hay que animarse a potenciar aquello que
quieres atraer y tu pensamiento abrirá el camino emocional que te ayudará a alcanzarlo.
Tendemos a fijarnos demasiado en lo que consideramos que nos hace falta, y esto nos dificulta poner atención en
lo que somos, sentimos, pensamos en nuestro día a día y cómo llegar a eso que queremos. No podemos saber lo
que va pasar de aquí a cinco o diez años, pero sí podemos gestionar adónde queremos llegar dando pequeños
pasos desde el hoy. La mejor manera de no excedernos en nuestras expectativas será establecer pocas y a corto plazo,
al hacerlas alcanzables ganaremos confianza e impulso para seguir adelante.
La actitud determina el estado de ánimo.