…Es una persona protectora, me dice que me quiere y me cuida, que quiere mi bien.
La realidad es que la relación solo se basa en la incertidumbre, la ira, la necesidad, la inseguridad y hasta en la sospecha.
Por tóxico entendemos dañino. Ya no se trata de que la relación aporte bienestar a cada uno de sus miembros, sino que resta.
Empieza a funcionar como una especie de ácido que daña a cada uno de manera individual, convirtiéndose los dos en una
especie de freno para el crecimiento. Una persona que está demasiado tiempo en una relación de amor tóxico,
no podrá reconocer lo que es realmente una relación sana…el desprecio o falta de respeto incluye el sarcasmo,
el cinismo, los insultos, la ignorancia atencional voluntaria, la burla o el humor hostil.
Nuestra pareja no es una obligación, sino una elección en nuestra vida. Por norma general, lo único que nos ata a nuestro
compromiso es nuestra mente y nuestra forma de afrontar la situación. De la misma forma que no pertenecemos a nuestra pareja,
ella tampoco nos pertenece. Una relación de pareja está formada por dos seres libres que han decidido compartir su camino.
Permanecer en una relación tóxica sólo aporta problemas psicológicos y emociones negativas a ambos. Será necesario ser
honestos y reconocer que lo mejor es poner punto y final, será la decisión más acertada.
La vida no gira en torno a una pareja, puedes elegir.