Aunque en ocasiones el mal manejo puede hacer que no respondamos adecuadamente, e incluso manejarnos mal con los demás.
Nuestras emociones es algo complejo que en ocasiones no comprendemos, nos parecen extrañas, nos sobrepasan, no las
asociamos a nosotros, desearíamos que no estén o no sentirlas, Por ello cuando las evalúan junto al terapeuta su necesidad
de ser comprendidos, apoyados y aceptados incondicionalmente como las personas que son, pueden iniciar un camino de
crecimiento y sobre esa base poder sentirse en paz y equilibrio. La realidad es que cada emoción nos avisa de una parte importante
de nosotros que tiene que ser atendida y cuando tomamos consciencia de para que, como, que hay detrás, que
escondemos con nuestra rabia abrimos un nuevo camino de satisfacción, bienestar, autonomía y autenticidad.