El llanto ayuda a liberar emociones negativas y también, permite conocerse mejor a uno mismo, mediante el llanto
se reconocen las propias debilidades, necesidades y cualidades.
Es más, derramar unas lágrimas disminuye los niveles de manganeso en el organismo, que se relaciona con estados
de ansiedad, nerviosismo y agresividad y, por si fuera poco todo lo anterior, llorar también permite eliminar adrenalina
y noradrenalina, que se segregan en exceso ante situaciones de estrés o peligro y pueden resultar perjudiciales.