La manipulación, la dependencia emocional, la inestabilidad, los celos enfermizos o las faltas de respeto verbales o físicas, son algunas de las señales claras de que la relación ha perdido
el rumbo y de que lo mejor es estar solo.
Recuerda que la soledad no es mala
A veces preferimos estar mal acompañados que solos y esto es un gran error que debemos aprender a superar.
Existen muchas relaciones por las que vale la pena luchar, pero cuando realmente no hay nada que hacer juntos lo mejor es dar el paso y comenzar de cero.
Por más que te aferres a una relación, si la misma no es sana acabará cayendo por su propio peso.
La soledad es beneficiosa para conocernos a nosotros mismos, para disfrutar de las cosas que nos gustan y para crecer como individuos sin dependencia emocional,
por eso no le tengas miedo, disfruta de tu compañía, fortalece tu autoestima, evalúa todas tus cualidades y virtudes y comienza a ser y tener la relación que tanto quieres.