Esta respuesta es normal y permite la adaptación a la nueva situación asumiendo la perdida ocasionada.
La forma en que cada persona pasa por las fases del duelo es distinta, y estas fases pueden ser distintas en su forma e incluso repetirse.
Fase de negación: Se ponen en marcha mecanismos de defensa que nos ayudan a retrasar el impacto de la pérdida (no puede ser, debe ser un error).
Esta primera reacción permite a la persona mantener la calma y frenar el impacto de la noticia. Puede durar horas, días o meses; y reaparecer a lo largo del proceso.
Fase de negociación con la realidad: Es una actuación defensiva que realiza la persona consigo misma a través de una especie de diálogo interno.
Se intenta negociar con la realidad pidiendo un paso atrás en el tiempo a cambio de buena conducta.
Fase de depresión: Se toma contacto con la realidad y esto hace que surja la tristeza, la angustia y los pensamientos negativos.
En esta fase se atasca la persona y el sufrimiento es muy grande.
Fase de ira: Hay una etapa de rebeldía ante la injusticia de la perdida. Aparece el inconformismo por todo lo que le rodea mezclado
con dolor, odio y rencor. La persona tiene necesidad de expresar su rabia.
Fase de aceptación: Esta fase llega cuando la persona ha tenido el acompañamiento y el tiempo necesarios. Implica la elaboración
de la angustia y la ira. El cansancio en este momento es muy grande y a partir de aquí se puede hablar de la perdida con añoranza pero sin dolor.
La persona recupera poco a poco su vida.