De hecho, las personas filtran y descartan la información que va en contra de su opinión. Si las preferencias cambian con menos
frecuencia o permanecen estáticas, es más probable que elijan el status quo, de esta forma evitan arrepentirse si no les va bien
con esa elección y se quedan con lo que están haciendo hoy, aunque esto no los satisfaga del todo. Por el contrario, si desestabiliza
sus preferencias, puede pasar que posibilite su apertura al cambio o bien, se aferre mucho más a sus ideas y resista.