Identifica la emoción y el nivel de malestar.
Una vez identificado el pensamiento es momento de preguntarnos ¿Qué emoción o sensación me produce este pensamiento?
Buscar evidencia que sustente el pensamiento.
El siguiente paso es debatir nuestro pensamiento.
Buscar evidencia que debata el pensamiento.
Ahora resta buscar evidencia que contradiga el pensamiento que produce malestar.
Genera un pensamiento alternativo.
Ya que tenemos evidencia que pueda sustentar o debatir el pensamiento, lo siguiente es construir un pensamiento alternativo.
Identifica la emoción y el nivel de malestar.
La emoción que me produce este nuevo pensamiento ya no es culpa, en realidad me produciría tranquilidad. Y un nivel de malestar de insignificante